Son muchas los ámbitos en los que se requiere el uso de bombas industriales: química, alimentación, papeleras, construcción, minería… Sin embargo, las bombas industriales convencionales no son siempre eficaces. Muchas veces, debido a la presencia de válvulas y cierres mecánicos, las bombas se obstruyen, con lo que la productividad se ve mermada y el coste de mantenimiento se encarece.
En cambio, las bombas peristálticas, por su avanzada tecnología, evitan todos estos problemas y resultan muy eficaces tanto para bombear fluidos limpios y estériles, ya que no contaminan los líquidos, como para bombear fluidos agresivos (ya sean químicos o con altas proporciones de sólidos), puesto que son más resistentes a la abrasión.
Las ventajas de las bombas peristálticas (ver ejemplo) frente a otros sistemas son múltiples. Puesto que son reversibles, pueden girar en seco, son más suaves y dosifican mejor, las bombas peristálticas trabajan sin problemas con productos delicados como los polímeros.
No presentan ningún problema frente a productos que producen gases, como el hipoclorito sódico. Su alta capacidad de aspiración, la ausencia de válvulas de aspiración o inyección y el hecho de no tener cierres mecánicos le permiten bombear productos con alto contenido en sólidos, viscosos o adhesivos.
Al ser reversibles, trabajan en ambos sentidos, lo que las hace una excelente herramienta de trabajo para el vaciado de tuberías. Su gran precisión de dosificación hace que estas bombas sean idóneas para trabajar con productos muy costosos.
Una de las aplicaciones donde las bombas peristálticas (ver aquí) demuestran toda su versatilidad y capacidad de trabajo es el campo de la industria minera. Como sabemos, en la minería se manejan fluidos que no deben entrar en contacto con el medio ambiente, fluidos con gran cantidad de sólidos y productos abrasivos. Gracias a las características de este tipo de bombas, se pueden realizar trasvases de lodos activos, de níquel, de carbón, aguas de canteras, pasta de pirita, aguas ácidas, pulpas minerales y aguas de lavado, entre otras cosas, con total eficacia y seguridad.
Puesto que la manguera interior es el único componente en contacto con el producto bombeado, las bombas peristálticas resisten mucho mejor la abrasión de pulpas mineras y soportan los cortes que algunos componentes, como los floculantes, pueden ocasionar. Gracias a ello, se reducen los costes de mantenimiento y se alarga su vida útil.
Tradicionalmente, el elevado contenido de sólidos y la fuerte acidez de los productos que se bombean en minería eran los causantes de numerosos problemas y de elevados costes. Las bombas peristálticas reducen de manera significativa estos obstáculos y optimizan los procesos productivos en la industria minera.