Un nuevo concepto de construcción irrumpió hace unos años en nuestra sociedad. Sin embargo, debido a la crisis económica su auge no fue el esperado pero ahora parece que vuelve, y para asentarse definitivamente.
Se trata de las casas modulares, también conocidas como casas prefabricadas. Mediante un sistema de edificación robusto y asequible se obtienen viviendas en tiempo récord las cuáles brindan innumerables ventajas.
En los países desarrollados del norte de Europa y zonas de América del Norte este sistema lleva empleándose hace más de 40 años (especialmente en el Reino Unido, EEUU, Canadá, los países nórdicos y Australia).
El proceso constructivo de este tipo de casas (que en un pasado se conocían erróneamente como casas móviles) es sumamente rápido y permiten unos acabados elegantes a unos precios muy asequibles. Muchos complejos y urbanizaciones están reemplazando el ladrillo tradicional por paneles EPS, aprovechándose así de unos plazos de entrega muchos más rápidos y una generación mínima de residuos.
Quizás el punto débil de las casas modulares pueda pensarse que es la respuesta ante inclemencias meteorológicas. Sin embargo, la resistencia ante seísmos y tormentas está más que comprobada y garantizada.
El proceso de fabricación de una casa modular la iniciará un ingenierio, el cual diseñará las diferentes secciones (módulos) que conformen la vivenda. Como módulo se entiende un cubo de 6 caras; lo que acabará siendo cada una de las dependencias de la casa. Estos módulos esrán fabricados en fábrica, donde existe un clima controlado y donde se siguen unas especificaciones establecidas y estandarizadas por las diferentes organizaciones.
El transporte de cada uno de los módulos para su posterior ensamblaje se realiza mediante grúas y/o camiones en función del tamaño de las piezas.
Inicialmente se deberán establecer los cimietos del edificio para posteriormente realizar el emplazamiento y colocación de los diferentes elementos de la vivienda. Seguidamente un equipo de profesionales, normalmente subcontratados por la empresa constructora, llevarán a cabo las tareas de fontanería, cableado y acabados exteriores.
Algunas ventajas de las casas prefabricadas son las siguientes:
- La construcción es mucho más rápida
- Son muy rentables tanto para el propietario como para el constructor
- Los costos de construcción y mantenimiento posterior se reducen hasta un 30%
- Asequible para todos los bolsillos sin renunciar a la calidad
- Contribuye al cuidado del medio ambiente
La facilidad de emplazamiento en sitios de difícil acceso o de terrenos poco estables las hace aún una opción más interesante por su ligereza (que no robustez).
Si está pensando en construir su nueva vivienda no dude en estudiar esta alternativa.