El trabajo en obras conlleva una enorme diversidad de riesgos, que deben ser anulados con la aplicación de las medidas de seguridad apropiadas, cumpliendo por si fuera poco con la normativa existente en materia de prevención de riesgos. Los factores de peligro a los que se encaran los trabajadores de una obra son múltiples. De esta forma, por una parte tendríamos como mínimo los derivados de su exposición diaria a la intemperie, tales como insolación y golpes de calor en verano, o bien frío y lluvia en estaciones considerablemente más frías, mientras que el hecho de que frecuentemente se trabaje en altura asimismo es una enorme fuente de siniestralidad en el ámbito laboral, debiendo adoptarse sin excepción las máximas medidas de seguridad en escaleras y andamios para eludir accidentes que tengan consecuencias aciagas. Por otra parte, la utilización de máquinas pesadas o bien instrumentos como martillos neumáticos, producen vibraciones y numerosos ruidos, que a ciertas intensidades pueden resultar perjudiciales, tanto para los trabajadores que de manera directa trabajan con ellas continuamente como para los que comparten el espacio en el que se efectúa la actividad. Además de esto, los trabajadores de la construcción acostumbran a estar expuestos a diferentes productos químicos potencialmente perjudiciales, dada su composición, por eso resulte esencial no solo su conveniente manejo con la implementación de todas las medidas paliativas requeridas, sino más bien asimismo una conveniente capacitación anterior que instruya sobre este riesgo y otros. Un peligro que asimismo es conveniente tener muy en consideración es el derivado de la presencia de posibles bacterias y otros microorganismos perjudiciales, riesgo en especial presente si estimamos que por necesidades obvias de la construcción se acostumbra a amontonar bastante suciedad, por esta razón resulta indispensable sostener el espacio de trabajo lo más rigurosamente limpio que sea posible. En este sentido, un factor esencial es la buena administración de desechos que vaya produciendo la obra, atendiendo tanto a todos los elementos organizativos como todos los logísticos de la operación. De esta forma, por ejemplo, resulta esencial el tratamiento eficiente de los restos, para lo que es conveniente el empleo de contenedores especiales para escombro, intentando tanto que el proceso posea el dinamismo requerido como que se utilicen los recipientes convenientes. Finalmente, no se tienen que despreciar como en otro trabajo, los aspectos psicológicos derivados de una excesiva carga de labores o bien de la presión para terminar veloz exactamente las mismas, en tanto que eso se traduce en agobio, cuya presencia repetida puede revertir de manera muy negativa sobre la salud mental del trabajador, al paso que puede ser la raíz de varios accidentes laborales graves. Por todos estos factores, es muy importante que las empresas cumplan con el deber, de mantener el bienestar en la medida que cabe de todos sus trabajadores, así como, de todas las herramientas que se van a utilizar en el trabajo a desempeñar y no menos importante con los residuos, ruido y suciedad que indiscutiblemente se va a generar. 