La arquitectura, según la definición que nos ofrece la Real Academia Española, es el arte de proyectar y construir edificios

Como vemos, el arte es indispensable a la hora de crear una casa o edificio. En los planos casas un elemento importantísimo es la fachada. Hay que dejar bien claro sobre el papel cómo va a ser la parte del exterior de nuestro futuro hogar. Las fachadas sirven, básicamente, pasa sostener la casa y como elemento estético. A la hora de construirla hay que asegurarse de su impermeabilidad al agua, de lo contrario, nuestra casa sufrirá inundaciones casi siempre que llueva. Asimismo, es importante que tenga aislamiento acústico hacia el interior.

Fachadas hay de muchos tipos, todo dependerá del estilo de la casa que vayamos a construir. Hay fachadas típicas de casas modernas, otras para edificios rústicos, etc. Se elegirá el que más nos convenga para nuestra futura construcción. Los distintos tipos que existen los vamos a conocer a continuación:

  • Fachada ligera: está preparada para que vaya como una capa de piel que cuelgue de la edificación. Este tipo puede resultar malo como aislante térmico, sin embargo, son idóneas porque tienen un peso muy reducido y permiten un paso a la luz. Son de una buena altura y son propicios para los espacios de gran altura.
  • Fachadas trasventiladas: son muy parecidas a los muros cortina. Tienen en su estructura travesaños y cerramientos. Los montantes están ajustados a los muros que vienen de fábrica con sus piezas correspondientes. Este tipo se suele usar normalmente en aquellas fachadas de las edificaciones de carácter institucional porque dan un gran resultado en lo que a su calidad se refiere.
  • Fachadas prefabricadas: está hecha con unos módulos de pared, que se habrán elaborado anteriormente en algún taller. Dependiendo de su nivel de prefabricación, existe la posibilidad de que se puedan montar las paredes de la fachada con las ventanas y las puertas ya instaladas.

Construccion

Otros rasgos a tener en cuenta a la hora de prevenir la construcción de la fachada son los materiales que se van a usar, las texturas y los colores que nos ayudaran a que el acabado sea el más óptimo. Una fachada de aluminio es la que puede resultar más rentable, ya que es un material muy resistente al fuego y a las termitas. El fibrocemento también es un material que dura muchísimo tiempo y da a la casa un aspecto de madera o mamopostería. Desde hace muchísimos años, también se utiliza el estuco para las fachadas; este material se puede dar en distintas texturas si se le añaden piedras o pigmentos. Se seca de forma rápida, dura bastante y es un gran resistente al agua. El vinilo en una fachada es muy económico y versátil; y, por último, las fachadas hechas de madera nos ofrecen una gran variedad de especies. La mejor opción sería escoger un tipo de madera que sea típica del lugar en el que se construya la casa. Si el tratamiento de la misma es el adecuado, nos puede llegar a durar mucho tiempo.

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