Si tengo que ser sincero, hace unos meses era muy reacio al tema de comprarme una vivienda. Era la típica persona que pensaba que comprarse una casa en estos momentos, en los que el trabajo no es tan estable y las oportunidades de trabajar fuera por mejores condiciones laborales están a la “orden del día”, puede atarte a un lugar en el que no es seguro que vayas a residir durante mucho tiempo. Digamos que pensaba, que comprarse una casa con su hipoteca de la mano, me podía privar de esa “libertad” que te puede dar una vivienda de alquiler.
Actualmente vivo con mi pareja de alquiler en el centro de Madrid. Digamos que nuestro alquiler no es de los más altos, pero tampoco de los más bajos que te puedes encontrar en Madrid. Después de llevar unos años ya viviendo juntos, mi novia me realizo la temida pregunta, esa pregunta que llevaba temiendo mucho tiempo… “¿Y si nos compramos una vivienda?”… Tengo que decir que mi pareja tiene una paciencia infinita conmigo. Durante semanas, me limite a negar el hecho de meternos en una hipoteca y mucho menos tener que ponernos a buscar una casa en estos momentos, en los que los bancos no proporcionan préstamos a nadie a no ser que te compres una casa de banco. Fueron muchas las negativas que le di a mi novia, hasta que un día por aburrimiento empecé a escuchar sus argumentos y me di cuenta de que tenía toda la razón.
Después de escuchar todo su discurso, tengo que decir que no me convenció del todo y necesité consultarlo con la almohada varias noches. Después de varios días meditando, llegué a la conclusión de que tenía razón en que ahora es el mejor momento para comprarse una casa, ya que los precios han bajado considerablemente, y que el dinero que “invertimos” en el alquiler no va a ninguna parte. Y en el caso de tener que cambiar de residencia, la vivienda siempre se podría alquilar y se pagaría sola con el alquiler.
Después de varias semanas buscando, decidimos comenzar a trabajar con un inmobiliaria de Madrid, ya que es mucho mejor a la hora de filtrar los requisitos de la vivienda que buscamos. Fue bastante fácil encontrar la que es ahora nuestra casa. Tuvimos mucha suerte porque la casa esta en muy buen estado y conseguimos muy buenas condiciones a la hora de la financiación. Ahora estamos en plena reforma de la cocina, que es la única parte de la casa que quisimos cambiar, a aparte de los típicos cambios, como pintar las paredes.
Tengo que decir que la experiencia finalmente fue muy satisfactoria, aunque al principio nos fue duro buscar pisos en Madrid por nuestra cuenta, que tuviera las características que necesitábamos. La inmobiliaria de Madrid, nos solucionó y acortó el tiempo de búsqueda considerablemente.
Mi consejo a todas aquellas personas que en estos momentos no se decidan a comprarse una casa en Madrid, es que escuchen y que no se preocupen por esa libertad que nos da un piso de alquiler, porque al fin y al cabo la libertad la marcamos nosotros y no una vivienda.